Mercedes de Carandini: “Comemos peor que antes y nuestros hábitos son nefastos para el sistema digestivo”
Nuestra socia Mercedes Carandini de Robert nos habla en esta entrevista sobre su libro ‘Averigua por qué engordas…y adelgazarás cuanto desees’.
En COFENAT hemos querido entrevistarla para saber hasta qué punto es importante tener una buena alimentación.
Con una trayectoria de más de 20 años como terapeuta y directora del Centro de ‘Más Vida’, Mercedes Carandini ha publicado el libro ‘Averigua por qué engordas… y adelgazarás cuanto desees’, en el que aborda las diferentes causas que provocan el exceso de peso, pero también enseña a diseñar una dieta personalizada, con tablas y menús adecuados a las circunstancias de cada persona.
En COFENAT hemos querido entrevistarla para saber hasta qué punto es importante tener una buena alimentación.
¿Por qué un libro relacionado con la alimentación?
Porque hay más de medio millón de obesos en el mundo. Es un problema en alza que se relaciona con muchas de las patologías prevalentes en el siglo XXI, como son la arteriosclerosis, la hipertensión, la diabetes, el cáncer, los procesos autoinmunes, los trastornos cardiovasculares, endocrinos, digestivos, respiratorios, osteoarticulares o cutáneos.
Incluso está relacionada con los desequilibrios de la psiquis…
Exacto. Tienen mucho vínculo con la depresión, ansiedad, irritabilidad, hipersensibilidad, baja autoestima y las fobias que son también consecuencia de una mala nutrición, tanto en los países ricos como en los países en vías de desarrollo.
Si tuviera que definir su libro, ¿qué diría?
Mi obra es instructiva, aleccionadora y práctica porque facilitanpautas para adelgazar, desintoxicarse y potenciar la vitalidad. Muestra, además, cómo minimizar el estrés con métodos naturales e informa del potencial terapéutico de las plantas medicinales y de la medicina alternativa en las distintas patologías asociadas al sobrepeso. También facilita dietas sanas con recetas sabrosas que ayudan a adelgazar sin pasar hambre y expone diferentes casos de personas obesas y cómo lograron perder peso.
¿Qué tuvo en cuenta cuando comenzó a escribirlo?
La nefasta repercusión que está teniendo la crisis económica en la salud, ya que cuando nos dominan la ansiedad, los nervios y la angustia digerimos mucho peor y, para colmo, aumentamos la ingesta de alimentos poco saludables siendo más proclives a las adicciones y a ganar peso. Mi lema es ‘la información afianza la voluntad’.
Pero, ¿qué le impulsó verdaderamente a escribir este libro?
El fracaso de tantas dietas dedelgazamiento y darme cuenta de los riesgos de las llamadas ‘dietas milagro’. Por ejemplo, la dieta hiperproteica que preconiza un adelgazamiento rápido por dos motivos. En primer lugar, porque la digestión de las proteínas requiere mayor gasto energético (un 30%, mientras que las grasas necesitan el 12 % y los hidratos de carbono el 7 %). Sin embargo, a la larga, se enlentece el metabolismo, porque para garantizar el ciclo de Krebs se necesitan los otros macronutrientes, especialmente los hidratos de carbono, que son el carburante preferido porque su digestión es más rápida.
Y, en segundo lugar, la pérdida de líquidos, que tiene efectos secundarios de consideración como la sobrecarga la función desintoxicante del hígado, que es donde tiene lugar el metabolismo de los aminoácidos, la desmineralización debido a la acidificación del pH, el estreñimiento por la escasa aportación de fibra, la inflamación de la mucosa, la proliferación de bacterias patógenas o la agravación de afecciones intestinales.
¿Qué implica tener buena alimentación?
Es la mejor manera de mantener nuestra energía vital, que disminuye con los años restandom capacidad de recuperación a los achaques que sufrimos. Un cuerpo bien nutrido resiste mejor las enfermedades.
¿Estamos mejor o peor alimentados que antes?
No sólo comemos peor, sino que nuestros hábitos alimentarios son nefastos para el sistema digestivo. Comemos a deshora y enervados, lo que perturba la digestión y daña los órganos relacionados con dicho proceso. No somos lo que comemos, sino lo que asimilamos.
¿Qué pasos debe seguir una persona que quiere adelgazar?
Lo primero que tiene que hacer es consultar con un profesional para que evalúe si su estado de salud permite que se someta a un régimen de adelgazamiento. En segundo lugar, buscar estrategias para controlar el estrés, que, tal como explico en el libro, es la causa principal de que fracasen muchas dietas para perder peso. Y, en tercer lugar, informarse de qué forma se logra optimizar el metabolismo.
¿Cuáles son los principales errores que cometemos en ese proceso?
Hacer dietas demasiado restringidas y desequilibradas; comer a deshora, sin respetar los biorritmos ni la correcta distribución del aporte energético a lo largo del día; combinar mal los alimentos, lo que produce muchos residuos tóxicos que afectan al intestino y al hígado y provocan retención de líquidos; abusar de los alimentos acidificantes (proteínas animales, azúcares refinados, cacao, alcohol, café, colas…); descuidar la actividad física; abusar de alimentos con alto índice glucémico (la velocidad con que un nutriente eleva la tasa de azúcar en la sangre) lo que desequilibra la glucemia y descontrola el sistema nervioso; y dormir mal, entre otras cosas.
¿Qué alimentos tienen que estar en nuestro día a día?
Los porcentajes de macronutrientes de una dieta equilibrada son: 55 % de hidratos de carbono, 25 % de lípidos o grasas y 20 % de proteínas. Es aconsejable consumir como mínimo cinco raciones al día entre frutas y verduras, tomar legumbres, como mínimo, una vez a la semana e incluir en la dieta alimentos que proporcionen ácidos grasos poliinsaturados omega-3 y omega-6.
¿Y cuáles deben estar prohibidos?
Cualquier alimento que aumente un padecimiento patológico. Las personas saludables deberían eliminar de su dieta las grasas trans y reducir el consumo de sacarosa, grasas saturadas, productos de charcutería, bollería industrial, colas…
¿Hay que gastarse más dinero para comer sano?
Precisamente, en el libro hay una serie de menús equilibrados, apetitosos y baratos con recetas fáciles de elaborar que, repito, satisfacen el paladar. Explico que cada tipo de nutrientes posee una función específica: los hidratos de carbono y las grasas son energéticos, las proteínas tienen una función estructural y las vitaminas y minerales intervienen en diversos procesos químicos vitales.
¿Qué pretende con esta obra?
El objetivo del libro es conseguir que quien desee adelgazar se sienta tan bien con las dietas que planifico que se acostumbre a comer de forma equilibrada y ordenada. Así, además de perder los kilos que le sobran, ganará salud. Uno de los puntos clave de mi libro es que explico concienzudamente cómo elaborar una dieta personalizada para conseguir el peso ideal según las directrices de la OMS teniendo en cuenta la edad, el sexo, la actividad diaria y los periodos de descanso.
¿Por qué es importante leer su libro?
Porque enseña a adelgazar aprendiendo medicina. Explico de una forma fácilmente comprensible, cómo funciona el organismo, lo que propicia una relación cordial con nuestro más íntimo amigo. Comprender por qué se queja, atender sus necesidades, es decir, responsabilizarnos más y mejor de nuestra salud. También es esencial que se conozcan estrategias para controlar el estrés, dado que en la actualidad se considera al intestino el segundo cerebro, porque se ha comprobado que el sistema digestivo está estrechamente vinculado con lo que se gesta en el cerebro.
Fuente: Cofenat
«Ataque acústico» en Cuba pudo causar daño cerebral a diplomáticos, según CBS
El supuesto «ataque acústico» que sufrieron hace meses varios diplomáticos estadounidenses y canadienses en Cuba les pudo provocar daños cerebrales, según informó hoy la cadena de televisión norteamericana CBS News, que dijo haber tenido acceso a informes médicos del caso.
Un médico estadounidense que evaluó a los diplomáticos estadounidenses y canadienses «les diagnosticó con enfermedades tan graves como la lesión cerebral traumática y con un probable daño al sistema nervioso central», indicó CBS News.
Los diplomáticos aseguraron experimentar síntomas que iban desde las náuseas y la pérdida de oído a los dolores de cabeza y los problemas de equilibrio, añadió la cadena.
El Buró Federal de Investigaciones (FBI) de EEUU y el Gobierno cubano están investigando los incidentes en Cuba, que según el Departamento de Estado tuvieron lugar a finales de 2016 pero, de acuerdo con las cadenas estadounidenses CBS y CNN, han seguido ocurriendo este año.
El Gobierno estadounidense no ha detallado la naturaleza de las agresiones y no ha querido confirmar los informes de prensa que apuntan a que los diplomáticos fueron víctimas de un «ataque acústico» con «dispositivos de sonido», que les hicieron perder capacidad auditiva.
La CNN afirmó este lunes que los afectados fueron más de diez diplomáticos y familiares de diplomáticos estadounidenses, y cinco canadienses.
Según esa cadena, dos diplomáticos que fueron tratados en Estados Unidos «sufrieron daños a largo plazo, incluida la pérdida de oído como resultado de los ataques, y no pudieron volver a Cuba», mientras que otros decidieron abandonar la isla por lo sucedido.
«En algunos de los ataques, una sofisticada arma sónica que operaba fuera del rango de sonidos audibles se activó dentro o fuera de las residencias de diplomáticos estadounidenses que vivían en La Habana», y les provocó «sensaciones físicas inmediatas que incluían náuseas, dolor de cabeza y pérdida de audición», indicó la CNN.
Otros ataques generaron un ruido «alto y ensordecedor, similar al zumbido creado por los insectos o a un metal arañando un suelo, pero no se pudo identificar la fuente del sonido», añadió la cadena en su página web.
El Gobierno cubano aseguró este mes que, cuando EEUU le informó en febrero pasado de lo ocurrido a sus diplomáticos, inició una «investigación exhaustiva, prioritaria y urgente» y reforzó las medidas de seguridad para el personal estadounidense en la isla.
Aunque EEUU no culpa por ahora al Gobierno cubano de causar el incidente, sí decidió expulsar en mayo a dos diplomáticos de la Embajada de Cuba en Washington, porque considera que La Habana no cumplió adecuadamente su obligación de proteger al personal estadounidense en la isla. EFE
Fuente: La Vanguardia
EE UU redobla la investigación sobre el irresoluble misterio de los “ataques sónicos” en Cuba
El personal diplomático en la isla dijo hace un año haber sufrido unos extraños ataques acústicos
La inteligencia de EE UU ha sido incapaz de esclarecer el caso de los supuestos «ataques sónicos» a personal diplomático estadounidense en Cuba. Pasados 14 meses desde que Washington tuvo constancia de posibles ataques no identificados a sus empleados en la isla, con incidencia de extraños fenómenos acústicos, la investigación está en punto muerto. El Secretario de Estado Rex Tillerson ha ordenado abrir una nueva investigación de alto nivel para llegar a la raíz del misterio.
En una audiencia en el Senado que abordó el martes en Washington este episodio digno de la más retorcida tramas de espías, un alto funcionario del Departamento de Estado dirigido por Tillerson, Todd Brown, reconoció que EE UU sigue dando palos de ciego en el caso y ni siquiera se reafirmó en la hipótesis, filtrada a la prensa desde el inicio de la controversia por fuentes de la investigación estadounidense, de las posibles agresiones con aparatos emisores de ondas de sonido. «Yo no descarto nada», dijo. «No estoy diciendo que sea un ataque acústico, pero sí sabemos que hay un elemento acústico asociado con ellos, que puede ser parte de otro tipo de ataque».
Días atrás trascendió en la prensa estadounidense un informe preliminar del FBI en el que la oficina federal de inteligencia aseguraba que no tenía pruebas del mentado ataque sónico. Brown explicó en el Senado que la Embajada de EE UU en La Habana había instalado grabadoras en casas de sus diplomáticos para intentar identificar la causa de los sonidos que varios de los afectados aseguraron experimentar. La estrategia no arrojó resultados y el FBI se sumó a las indagaciones, enviando agentes especiales a La Habana que revisaron con la cooperación de la Seguridad del Estado cubana las casas y los hoteles donde se produjeron los supuestos ataques. El FBI regresó con las manos vacías. «Desafortunadamente», concluyó Brown, «sigue siendo un caso que nos deja perplejos». La nueva pesquisa ordenada por Tillerson la llevará a cabo la Junta de Revisión de Responsabilidades, una oficina especializada en daños a personal o instalaciones diplomáticas en el extranjero.
EE UU asegura que los ataques dejaron 24 personas afectadas entre personal diplomático y familiares. Los síntomas fueron dolor de cabeza, pérdidas de capacidad auditiva y mareos, y los estudios médicos realizados en EE UU revelaron algunos daños cerebrales leves. En la audiencia del Senado, el senador cubanoamericano Marco Rubio, presidente del subcomité de Asuntos Exteriores y principal azote del Gobierno cubano en la alta política estadounidense, insistió en que más allá de la naturaleza las agresiones «nadie disputa» que tuvieron lugar e hizo responsable a La Habana, que según él oculta la verdad: «Hubo personas dañadas y el Gobierno cubano sabe». EE UU contempla la posibilidad de que un tercer país rival haya actuado contra su personal en La Habana y ve poco verosímil que, en tal caso, la omnipresente inteligencia cubana no estuviera al tanto.
EE UU no acusa directamente a Cuba de lo ocurrido pero la culpa de no cumplir con su obligación de garantizar la seguridad de su personal y como represalia ha expulsado a 17 empleados de la embajada de Cuba en Washington. Además, el Departamento de Estado ha retirado la mayoría de su equipo de su embajada habanera, un grave paso atrás en las relaciones bilaterales desde que en 2015 EE UU y Cuba reabrieron sus embajadas tras medio siglo de antagonismo. El Ministerio del Interior cubano ha abierto su propia investigación y ha reiterado que no tuvo nada que ver en las supuestas agresiones, calificando la teoría del ataque sónico de «ciencia ficción».
Fuente: El País